Propuesta de actividades para el abordaje de la Efeméride Intercultural: 5 de junio – Día Mundial del Ambiente:
Dos maneras de habitar el territorio de Patagonia y Malvinas

“Existen muchas representaciones acerca de qué es el ambiente y la naturaleza, y esto depende de las cosmovisiones propias de cada cultura. Por ejemplo, la sociedad occidental ha construido una visión antropocéntrica y economicista del mundo que concibe a la naturaleza como una canasta de recursos económicos a ser explotados para satisfacer ciertas necesidades humanas. De esta forma, plantea una relación desigual basada en una idea de progreso asociada a un crecimiento económico ilimitado, potenciada por un estilo de vida consumista que no considera los ciclos de la naturaleza y los impactos socioambientales que estos podrían ocasionar a la salud de las comunidades y los territorios. En cambio, las comunidades indígenas proponen un modo más respetuoso de comprender y sentir la naturaleza y los seres que habitan la Madre Tierra, que los contiene y les posibilita la vida. Además, tienen como horizonte el Buen Vivir.” (Ambiente, escuela y participación juvenil: apuntes para un debate necesario. María Laura Canciani. Ministerio de Educación de la Nación, 2021).

Para los Pueblos Originarios, la Tierra es la familia, una madre: Ñuke Mapu –para los pueblos Mapuche y Mapuche Tehuelche–, Pachamama  –para los pueblos Andinos–. Por ella vivimos y debemos actuar en reciprocidad. En esta milenaria convicción, se funda una estrecha relación de respeto, amor y gratitud con la naturaleza, un sentir y hacer totalmente opuesto a lo que plantea y desarrolla el sistema capitalista. Malvinas, como parte de nuestra Madre Tierra, es un espacio donde éste impuso también su lógica de explotación. La armonía que mantenían los Pueblos Originarios en Patagonia y Malvinas, fue alterada por la instalación de diferentes asentamientos balleneros y pesquerías que vieron en el Atlántico Sur una zona de exploración y explotación.